La impresión 3D en medicina ofrece un gran abanico de posibilidades, mejora la atención al paciente y ahorra costes económicos y laborales. Y podría marcar un antes y un después en el campo de la bioimpresión. Con la extrusión de células vivas en vez de plásticos o metales para fabricar piel y tejidos impresos.


En la impresión 3D se crean objetos por adición, colocando un material por capas partiendo de un diseño por ordenador. Gracias a esta tecnología se pueden obtener piezas simples, implantes médicos e, incluso, órganos artificiales.

Prótesis a medida

Uno de los campos donde más está aportando la impresión 3D en medicina es el desarrollo de prótesis a medida, adaptadas a las necesidades de cada paciente.

La impresión 3D en medicina permite crear prótesis dentales, réplicas exactas de los huesos, reemplazos para cadera, rodilla o cráneo… O válvulas para el corazón. Como materiales, se emplean biocerámicas y, para las zonas que tienen que aguantar peso, metales.

La impresión de prótesis a medida reduce los tiempos e incrementa la seguridad de las intervenciones. Ya no es necesario premoldear las prótesis en quirófano. Y la recuperación es más rápida.

Además, la disminución de costes supone una gran ventaja para la ortopedia infantil. Los niños que necesitan prótesis deben reemplazarlas a medida que crecen, con el consiguiente gasto. Pero la impresión 3D en medicina permite sustituirlas con mayor facilidad.

Instrumental

El empleo de la impresión 3D en medicina y cirugía no se limita a la fabricación de prótesis. También se pueden crear herramientas y material quirúrgico personalizado.

A veces, los cirujanos necesitan un instrumento determinado, cuya producción cuesta dinero y un tiempo del que no disponen. Con una impresora 3D pueden modelar las herramientas para la intervención, a medida de la fisonomía del paciente. Y en el mismo día y con materiales biocompatibles y que pueden esterilizarse.

En este sentido, la impresión 3D en medicina resulta muy útil para fabricar instrumental para países de difícil acceso. A los que resulta difícil transportar equipamiento. También permite obtener prótesis de forma barata y efectiva.

La impresión 3D en medicina también permite crear órganos con aspecto real para hacer prácticas quirúrgicas, antes de una operación. Así, pueden planificar la intervención y estudiar previamente las características anatómicas de cada paciente, sin riesgo de complicaciones. Algo que cobra especial relevancias en cirugías cardíacas o del cerebro.

Piel y tejidos

Como hemos mencionado, otro de los campos en los que se está trabajando es la impresión de piel y tejidos. Se trata de un avance vital para pacientes quemados, por ejemplo, que pasan por procedimientos muy dolorosos. Y que en ocasiones precisan injertos de gran tamaño para cubrir las zonas dañadas.

Ya se están llevando a cabo trabajos para imprimir piel en 3D sobre el enfermo afectado. Y para crear tejidos que se puedan implantar posteriormente en el cuerpo, combinando esta tecnología con células madre inducidas -desarrolladas a partir de las células del paciente- para minimizar las respuestas inmunes.

España va por buen camino en el desarrollo e implantación de la impresión 3D en medicina. No obstante, para seguir avanzando, hay que invertir en investigación sobre materiales y procesos, y en formación de equipos en ingeniería y medicina.