Una liposucción es una técnica que se utiliza para reducir el exceso de grasa acumulado en piernas, abdomen, mejillas, cuello y brazos, entre otros. Se trata de cúmulos de grasa difíciles de eliminar mediante dietas y ejercicios y únicamente pueden desaparecer recurriendo a este tipo de cirugía estética. Si necesita información, existen muchas clínicas de liposucción en Madrid pero también en otras provincias de España.

Para todo aquel que esté considerando la idea de someterse a una liposucción, debe tener en cuenta que su apariencia final nunca va a ser la ideal. Este tipo de cirugía lo único que consigue es que la persona mejore su físico y recupere la confianza en sí mismo.

El candidato ideal

Aunque puede parecer que el candidato ideal para someterse a una liposucción es una persona con gran sobrepeso, lo cierto es que la persona que debe recurrir a este tipo de cirugía tiene que poseer un peso relativamente normal pero con cúmulos de grasa de en algunas zonas del cuerpo. Así pues, debe tratarse de una persona saludable físicamente, con psicología estable y que sea realista con las expectativas de la cirugía.

Las personas que cuentan con zonas del cuerpo en las que la piel cuelga obtendrán peores resultados que quien presenta una piel flexible y firme. Además, la liposucción no se recomienda para personas con problemas en el corazón o en los pulmones y de circulación en diversas áreas que se quieren operar.

Problemas de la liposucción

La liposucción no es un tipo de operación con riesgo alto. Son poco frecuentes los problemas que se puedan acarrear del sometimiento a una cirugía estética como tal, sin embargo algunos de los pequeños efectos que se pueden causar serían cambios en la piel o pequeñas zonas colgantes. Las complicaciones más graves pero muy poco frecuentes serían infecciones o perdidas excesivas de fluidos que pueden llevar a enfermedades graves.

Recomendaciones tras la cirugía

Una vez terminada la cirugía es necesario utilizar una prenda elástica, una malla o faja durante dos o tres semanas para controlar la inflamación y hemorragia de la zona tratada y hacer que se ajuste al nuevo contorno. Además, es probable que el cirujano plástico aconseje tomar antibióticos para evitar infecciones.

Por otro lado, es importante saber y concienciarse de que justo después de la cirugía es posible no sentirse completamente bien y de hecho, notar un aumento de peso durante un pequeño periodo de tiempo por la extracción de fluidos. Además, es posible que las zonas operadas se encuentren doloridas y amoratadas, para lo cual se deben tomar analgésicos.

La recuperación tras la liposucción será gradual y ésta irá más rápido si camina un poco cada día con el fin de evitar que se formen coágulos de sangre en ciertas zonas. Sin embargo, deberán evitarse ejercicios y actividades de mucho estrés y esfuerzos.

Por último, es importante destacar que la apariencia física que se consigue con una liposucción puede ser permanente si se come con moderación y se haga ejercicio regularmente.