La obesidad es uno de los problemas más estudiados por la medicina. Científicos de España y EEUU han resuelto el enigma. Todos sabemos que para perder peso es necesario ingerir las calorías necesarias para nuestro ritmo de vida, así como realizar ejercicio físico moderado. El sedentarismo es el gran enemigo de la vida sana. La otra mitad del problema de la obesidad viene determinado por los genes.

El carácter hereditario de la obesidad

Según los expertos el gen culpable de nuestro aumento de peso se llama iroquois 3. Es un gen conocido por la Ciencia pero al cual aún no se la había atribuido la responsabilidad de una de las epidemias mundiales más grandes de nuestro tiempo: la obesidad.

No obstante, este gen no es tan malo como parece ya que, además, interviene en muchos procesos esenciales del desarrollo. Por este motivo, desactivarlo con fármacos puede traer otra serie de consecuencias. Los investigadores tienen casi la certeza de que su función en la obesidad reside en el campo del hipotálamo. Su esperanza se centra, por ello, en que las redes genéticas que interactúan con el gen iroquois 3 les lleven hacia las soluciones farmacológicas adecuadas.

Hace años parecía muy claro que la solución para perder peso estaba en el correcto equilibrio entre la energía ingerida y la energía gastada. Hoy se conoce que obesidad y genética tienen mucho que ver. Entre el 30 % y el 40% de la obesidad es genética, según los expertos en endocrinología.

La información del genoma humano.

Tener sobrepeso no es solo un problema estético. De él se derivan otras enfermedades graves como la diabetes, así como los problemas cardiovasculares y cardiorespiratorios. En este sentido, el genoma dará muchas pistas efectivas para los tratamientos específicos de cada paciente. En la actualidad, ya hay marcadores genéticos que predicen la probabilidad de que un niño desarrolle obesidad o diabetes de tipo 2.

El genoma humano es la codificación genética en la que están contenidas todas las informaciones hereditarias del ser humano. Es decir, encierra todos los datos necesarios para que una generación con el mismo genoma humano tenga los mismos rasgos o por lo menos acepte unos cuantos en una composición individual.

El genoma humano además de ser una magnifica estructura concebida con caracteres genéticos, es también el centro de enfermedades hereditarias por excelencia, pues en la composición de cromosomas, al haber alteraciones, se generan mutaciones y enfermedades extrañas, generalmente asociadas con deformidades físicas o cambios de conducta relativamente no aceptables.

Esperemos que pronto la Ciencia ayude a superar a muchas personas su particular lucha para adelgazar. Y que pronto este problema de salud sea posible tratarlo de una forma saludable y segura.

Se acabó aquello de que mientras unas personas comen y no engordan, otras con tan solo respirar cogen kilos. Mientras tanto, hay que tener especial atención con las grasas y azúcares que tomamos dentro de nuestra dieta, así como mentalizarnos en llevar una vida mucho más activa. El deporte es salud. Y el sobrepeso no es solo una cuestión estética. Es algo mucho más serio que verse bien en el espejo.