Este ha sido el año en que se ha aprobado la primera vacuna contra el cáncer. Por fin, la noticia que todos queríamos escuchar se ha producido. ¿En qué consiste esta vacuna? ¿Estamos ante una posible cura del cáncer?

Un paso más contra el cáncer

El cáncer no es una enfermedad producida por un virus o por bacterias. Se trata de  un proceso en el que nuestras propias células atacan diferentes zonas de nuestro cuerpo. Tras varias décadas de investigación, el pasado mes de abril la FDA (la Administración de Drogas y Alimentos) aprobó la primera vacuna terapéutica contra el cáncer, sipuleucel-T. Este hecho ha demostrado que la inmunoterapia funciona y puede servir como método preventivo contra el cáncer.

Las pruebas de la vacuna se realizaron aleatoriamente sobre 500 individuos con cáncer de próstata en fase III. El estudio que recibió el nombre de IMPACT demostró que la tasa de supervivencia aumentaba en cuatro meses, por encima de los resultados de una vacuna placebo.

Cómo funciona esta vacuna

Durante muchos años, la opción farmacológica más frecuente contra la enfermedad ha consistido en envenenar a todas las células del cuerpo con la esperanza de que las cancerosas sufran más que las sanas (la quimioterapia). Sin embargo, la llamada sipuleucel-T es como un maestro del sistema inmunitario. Es decir, enseña al sistema inmunitario del cuerpo a atacar a las células cancerígenas, obteniendo una respuesta inicial de meses que, en un futuro, puede convertirse en años.

Nuestro cuerpo aprende a protegerse contra el cáncer. Es como un paso por el ejército donde saber cómo combatir al enemigo. Y, de momento, los resultados son muy halagüeños.

Qué es la inmunoterapia

La más común de las técnicas de inmunoterapia o terapia biológica consiste en desmontar las estratagemas moleculares que utiliza el cáncer para confundirse entre las células normales. De esa manera, los glóbulos blancos son capaces de detectarlas y atacarlas.

Las vacunas introducen en el cuerpo una muestra que se asemeja mucho al microbio que se quiere combatir. El sistema inmune se prepara así para reconocer a una amenaza contra la que en principio no estaba preparado. Sin embargo, las células tumorales se parecen demasiado a las sanas y los antígenos que suelen servir al sistema inmune para detectar los objetivos que se deben aniquilar se expresan en ambas de forma similar.

La vacuna se está probando en pacientes con diferentes tipo de cáncer con resultados esperanzadores.

En la actualidad, existen dos tipo de vacunas reconocidas para el cáncer:

  • Las vacunas preventivas del cáncer.
  • Las vacunas para el tratamiento del cáncer.

Hasta ahora, las más empleadas y efectivas eran las vacunas preventivas, las cuales se aplicaban sobre pacientes con riesgo de cáncer. A día de hoy, ya existe una esperanza más acerca de las vacunas para el tratamiento del cáncer. Un gran avance en la medicina que aún requiere de más investigación y perfeccionamiento, pero que, sin duda, siembra la esperanza en un mundo que ha de ser salvado de una enfermedad que se lleva al año a más de 8 millones de personas en todo el mundo.