Las vacaciones son sinónimo de relax y placer… para algunos. Porque hay personas que sufren estrés y ansiedad al viajar. Los preparativos, el miedo a que suceda algo malo, al avión y otras fobias les producen agobio.

Pero vamos por partes. Los adultos con hijos son los que más estrés y fatiga sufren cuando se van de vacaciones. La organización del viaje, la necesidad de tenerlo todo bajo control,… incrementan el ritmo cardíaco y la dificultad para dormir.

Lógicamente, a mayor número de hijos, más probabilidades de padecer ansiedad al viajar. Y el colectivo más afectado es el de las madres trabajadoras.

Con tiempo

Para hacer frente a la ansiedad a la hora de viajar, debemos planificar el viaje con tiempo. Las ofertas de última hora, cuando tenemos familia, no compensan en términos de salud.

Un buen truco es elaborar una lista con las cosas que necesitamos. Yo, de hecho, hago tres: una con la ropa, otra con los documentos y otra con lo necesario para el bebé (ropita, documentación, medicación…). Y las llevo en la maleta, para asegurarme de que vuelve todo.

También hay que repartir tareas con la pareja y los hijos. Si éstos son mayores, deben encargarse de sus objetos personales: libros, aparatos, juguetes,…

Abandonar lo conocido

Otra causa de ansiedad al viajar es el miedo a que algo malo ocurra mientras estamos fuera. Por la mente de los afectados se suceden las desgracias, antes incluso de hacer el equipaje.

El viaje no es solo un desplazamiento por placer. Durante un tiempo abandonamos el entorno conocido y familiar –y que controlamos-, para instalarnos en un lugar desconocido.

Se produce, por tanto, una separación física y otra interna, que puede provocar angustia, miedo e incomodidad. Porque si en casa nos sentimos seguros, asociamos la distancia de la misma al peligro.

En este caso, lo mejor es consultar con un especialista.

Miedo a volar

El miedo a volar (aerofobia) afecta a uno de cada tres usuario de los aviones, según las estadísticas. Además, tiene dos variantes.

Por un lado, hay pasajeros que sufren esta fobia en sí misma. Generalmente piensan que va a ocurrir un accidente. Aunque este riesgo es menor que en otro medio de transporte, como el coche.

Por otro, tienen pánico y ansiedad al viajar a causa de otras fobias que agravan el miedo a volar. Pensemos, por ejemplo, en una persona con claustrofobia o miedo a las alturas.

Los síntomas empiezan antes de tomar el vuelo, al pensar en la posibilidad u obligación de subir a este transporte.

Cursos y terapias

En la actualidad, las compañías aéreas son conscientes de este problema. Y muchas ofrecen cursos y terapias para vencer el miedo a volar.

En estos encuentros se encargan de facilitar información sobre el funcionamiento de los aviones y la seguridad de los mismos.

También emplean simuladores y técnicas de realidad virtual, para que los afectados se familiaricen con los sonidos y sensaciones del vuelo.

Si tienes aerofobia, también puedes seguir los siguientes consejos, para hacer frente a la ansiedad al viajar:

  • Visualiza mentalmente cómo se va a desarrollar el viaje.
  • Evita el estrés de última hora. Organiza todo con tiempo, para que puedas afrontar la jornada del viaje de manera relajada.
  • Nada de tomar alcohol, bebidas excitantes, ni otras sustancias.
  • Elije un asiento de pasillo, para que no mires por la ventanilla.
  • Practica algún ejercicio respiratorio y de relajación.
  • Lleva lectura, música, pasatiempos,… para distraerte.
  • Y viaja con ropa cómoda.