Participar en una procesión de Semana Santa exige un gran esfuerzo físico a quienes levantan los pasos o tronos. Si no se protegen durante los extensos recorridos que realizan, pueden sufrir lesiones de espalda, cervicales y en las articulaciones. Así que vamos a ver algunos consejos de salud para costaleros y prevenir contracturas, inflamaciones y dolores.

Prevención

Como ocurre con otras dolencias, la prevención es fundamental para mantener la buena salud. De hecho, la mitad de las lesiones se deben a la falta de preparación física previa. Por eso, los consejos de salud para costaleros hacen hincapié en la misma.

Es necesario que realicen una tabla de ejercicios días antes de la Semana Santa. El objetivo es fortalecer la ‘faja’ abdominal y lumbar y corregir la postura, para incrementar la protección durante la procesión.

Otra recomendación para las jornadas previas es beber mucha agua, porque ayuda a evitar roturas fibrilares.

Durante la procesión

Siguiendo con los consejos de salud para costaleros, llegamos al día de la procesión. Antes de empezar, es necesario hacer varios estiramientos de hombros, cuello, abdominales, manos y piernas.

Durante la misma, los costaleros deben caminar con la cabeza mirando al frente y hacia arriba, el cuello recto y la barbilla hacia dentro.

Los músculos abdominales deben estar contraídos, para proteger la zona lumbar. También deben relajar los hombros, procurando no doblar ni codos ni muñecas. Al iniciar la ‘levantá’, hay que impulsar con las piernas flexionadas y contrayendo la musculatura abdominal.

También es importante usar el costal, la morcilla y la faja. Y habérselos probado previamente. Hay que tener en cuenta que una postura inadecuada puede ocasionar lesiones y muchos dolores.

Otro factor a tener en cuenta es que el costalero no está solo. La preparación física necesaria para prevenir lesiones no debe realizarse individualmente. Es mejor que todo el grupo tenga la misma preparación, para que trabaje de manera acompasada.

Cuidar los pies

Entre los consejos de salud para costaleros no pueden faltar los relacionados con el cuidado de los pies.

Previamente, tienen que cortarse la uñas horizontalmente y lavárselos con jabón ácido y agua tibia. E hidratarlos con una crema untuosa, para evitar grietas y ampollas.

La elección de los calcetines –que no aprieten y sin costuras- y del calzado también es muy importante. Este último debe ser de piel o tejidos naturales, más flexibles y confortables. La suela tiene que ser resistente, para absorber bien los impactos. Asimismo, hay que probarlo días antes.

La circulación de retorno sufre mucho durante una procesión, y los pies y tobillos se inflaman. Un calzado con velcro o cordones permite aflojar y regular la anchura. Por otro lado, un vendaje funcional en el tobillo ayudará a impedir lesiones ligamentosas.

Conviene también acudir a un podólogo con anterioridad. Este puede realizar un estudio de la pisada y diseñar, si es preciso, unas plantillas personalizadas que ayudarán a mantener la postura correcta y repartir el peso.

Los pies de los espectadores también sufren. Aquí tienes algunos consejos para cuidarlos.

Al terminar

Una vez finalizada la procesión podemos aplicar frío para reducir las consecuencias del esfuerzo en las articulaciones. También se puede tomar un antiinflamatorio para aliviar los dolores, si estos son continuos.

No obstante, conviene acercarse al centro de atención al costalero, abierto expresamente. En este tipo de espacios, fisioterapeutas y profesionales de la salud trabajan para atajar las sobrecargas, roturas fibrilares, tendinitis, esguinces y otras dolencias.