Dadas las circunstancias de la vida actual y gracias a los avances relativos en medicina y a otros de tipo tecnológico, los seres humanos presentan cada vez más probabilidad de alcanzar un mayor número de años de vida. Según numerosos estudios y datos estadísticos, a las personas cada vez les llega su hora a mayor vejez, exceptuando por supuesto aquellos casos trágicos donde enfermedades brutales impiden a la persona seguir viviendo. Por este motivo, es importante plantearse qué tipo de vida se va a llevar en la juventud, para, en un futuro, independientemente de si se acabará viviendo en casa o en alguna residencia para mayores, tal como www.orpea.es, mantenerse en óptimas condiciones.

Somos, en cierto modo, conscientes de que ya no se trata exclusivamente de llegar a la vejez, sino de que lo ideal es hacerlo en unas condiciones físicas y psicológicas saludables. De esta forma, la última gran etapa de nuestras vidas se desarrollará con mayor jovialidad y optimismo. Ni que decir tiene que cada persona y cada caso son un mundo y que los achaques propios de la vejez antes o después llegan para todos. Pero, como sucede en una rifa popular, quien tiene más papeletas en su haber por lo general también es más fácil que pueda acabar llevándose el gato al agua y cantando el premio que quien únicamente tiene una.

Por desgracia, hacerse viejo no es algo que pueda escogerse. No se trata de ninguna elección; si bien, hacerlo de forma saludable sí puede serlo en la gran mayoría de los casos.

En nuestro país, hoy día encontramos más de once millones de personas que superan la frontera de los 60 años. Esta aportación es extraída a partir de los más recientes datos publicados por el Instituto Nacional de Empleo (INE) acerca del segundo trimestre de este 2016.

Teniendo en cuenta que se trata de una cantidad que muy posiblemente siga incrementándose en las próximas décadas, envejecer de manera plena y activa está marcado cada vez más con un foco especial por mucha gente consciente de ello. Además, se trata de una temática cada vez más tratada en diversos medios de comunicación, y por lo tanto, en el foco de la atención mediática.

Cuando se alcanza esa franja de edad, no debe tenerse preocupación sólo por el bienestar físico de los mayores. También se ha de poner mucho empeño en el estímulo diario y mantenimiento de las capacidades cerebrales.

Con los años, la memoria empieza a fallar inevitablemente, nos cuesta a menudo encontrar los vocablos que queremos emplear para comunicarnos, concentrarnos por mucho tiempo va convirtiéndose en algo utópico o simplemente hacer un cálculo no tan complejo en otros tiempos nos resulta un muro. Por todo ello y al igual que nos ponemos gafas para proteger la vista o vamos al gimnasio para fortalecer nuestro cuerpo, hay que entrenar al cerebro para que pueda mantenerse eficaz y activo durante este tramo vital. Algunas empresas ofrecen residencias con todo tipo de comodidades para el cuidado de nuestros mayores, como, por ejemplo, www.orpea.es.

CONSEJOS

  • Estimulación cognitiva: algo muy beneficioso son los ejercicios de memoria, de estimulación cognitiva y de concentración. Las relaciones sociales también contribuyen a mantener la mente en actividad, así como a evitar posibles casos de aislamiento.
  • Alimentación: existen ciertos alimentos que nutren el cerebro especialmente. Por lo general, presentan importantes niveles de omega 3 y omega 6: salmón, atún, nueces, sardinas o aceite de oliva, entre otros. Ideales para activar la actividad mental.
  • Actividad física: se recomienda hacer ejercicio controlado, al menos un par de veces a la semana.