El Hospital Universitario Central de Asturias implantó hace días un corazón artificial de última generación. El paciente, de 44 años y con una insuficiencia cardíaca muy avanzada, evoluciona según lo esperado.

Este dispositivo es una bomba centrífuga de flujo continuo conectada en paralelo al corazón nativo, ayudando a que bombee sangre.

En concreto, el aparato se conecta al ventrículo izquierdo, impulsando la sangre hasta la salida de la aorta. Después, ésta envía la sangre a todos los órganos y tejidos, aportándoles el oxígeno y nutrientes necesarios para su funcionamiento.

Este sistema de asistencia ventricular tiene una larga duración y permite hacer una vida relativamente normal.

  1. Bomba.
  2. Cable de impulsión: conecta la bomba con la miniconsola del sistema.
  3. Miniconsola del sistema: controla el funcionamiento de la bomba.
  4. Baterías: proporcionan hasta 17 horas de autonomía.
  5. Fuentes de alimentación: durante el día mediante 2 baterías y durante la noche con un módulo móvil conectado a la corriente.

Fuente: http://www.hca.es

Corazón artificial completo

Este hito se suma al vivido hace dos meses por Óscar L.E., de 47 años. El 21 de septiembre, la clínica de la Universidad de Navarra le implantó un corazón artificial completo.

Este paciente padecía una cardiomiopatía dilatada grave con fallo en los dos ventrículos. La enfermedad provocaba que su corazón se fuese agrandando, impidiendo que funcionara correctamente.

Ante la imposibilidad de encontrar un órgano, tras un año en lista de espera, el equipo optó por esta solución. El objetivo era mejorar el estado del enfermo, a la espera de que llegue un trasplante.

En este caso se colocó un dispositivo desarrollado por SynCardia Systems (imagen principal), que sustituye la función completa del corazón. Óscar puede permanecer en casa con una consola portátil, que puede llevar en una mochila, alimentada por dos baterías.

Aunque es la primera vez que se implanta con éxito en España un corazón artificial completo, la intervención ya se realizó en EEUU en 1969. No obstante, el paciente falleció 65 horas después, cuando trataban de trasplantarle un corazón natural.

Esperando un trasplante

En España y la UE, estos dispositivos de asistencia cardiaca no están autorizados como terapia definitiva. Sólo están aprobados como ‘puente’ para candidatos a un trasplante cardiaco. Por el contrario, en EEUU ya se están valorando como terapia definitiva.

Son una gran ayuda para las personas que padecen una insuficiencia avanzada y contraindicaciones para el trasplante potencialmente reversibles.

En estos casos, el corazón artificial les permite recuperar un estado óptimo de salud para que puedan entrar en lista de espera y afrontar la intervención.

Gracias a los avances de los últimos años, estos dispositivos pueden funcionar durante varios meses e incluso años. De hecho, no tienen un límite que marque un número máximo de años de uso.

Este tipo de operaciones han llegado a España más tarde que a EEUU y al resto de Europa. La razón se encuentra en el excelente modelo de trasplantes que tenemos.

Otros países, con listas de espera más largas, tuvieron que optar antes por soluciones intermedias para poder prolongar la vida de los afectados.

No obstante, en España está aumentando el número de personas que padecen insuficiencia cardíaca. Por lo tanto, los avances en la implantación de un corazón artificial son una gran noticia.