¿Le has pedido a Papá Noel o a los Reyes Magos un nuevo teléfono móvil, una tableta o un ebook? Pues debes saber que bastan dos horas de lectura o navegación para que nuestros ojos empiecen a sufrir las consecuencias. Y la mayoría de adultos pasamos más de cinco frente a una pantalla. Por eso queremos ofrecerte algunos consejos para prevenir problemas en la vista por el uso de dispositivos electrónicos.

Cuando leemos un periódico, un libro o trabajamos con el ordenador manteniendo la vista fija durante horas, se produce fatiga ocular. Se trata de una dolencia que sufre ya el 70% de la población por el uso excesivo de pantallas. La causa es el sobreesfuerzo continuado que debe hacer el ojo para mantener el enfoque de cerca. Los síntomas son visión borrosa, irritación y enrojecimiento de los ojos, y dolor de cabeza.

Por otro lado, si la vista está enfocada durante mucho tiempo en algo fijo, se parpadea menos. Cuando esto sucede, disminuye la secreción de lágrimas, responsables de humedecer el ojo y de eliminar partículas y cuerpos extraños. También aumenta su evaporación, causando sequedad.

Las consecuencias son escozor, sensación de quemazón o de tener arenilla en los párpados, pérdida de agudeza visual y mareos.

Asimismo, las personas que utilizan lentes de contacto tienen más riesgo de padecer blefaritis: una inflamación de los párpados en la zona de las pestañas.

Recomendaciones

Para mantener una buena higiene visual y prevenir problemas en la vista por el uso dispositivos electrónicos, debemos seguir las siguientes recomendaciones.

Coloca los dispositivos a una distancia adecuada. Cuanto más cerca tenemos la pantalla, mayor esfuerzo debe hacer el ojo para enfocar correctamente porque está diseñado para ver de lejos.

En el caso del ordenador de sobremesa, la distancia ideal es la longitud de nuestro brazo. Por su parte, para un móvil es de 40 ó 50 centímetros. Cuando acercamos el dispositivo a la cara, los músculos del ojo trabajan más para poder enfocar.

En este sentido, selecciona un tamaño de fuente con el que te encuentres cómodo, aunque tu móvil no tenga un aspecto tan ‘moderno’. Un tamaño mayor cansa menos la vista.

Pestañea voluntariamente y a menudo para mantener una frecuencia similar de parpadeo a cuando no leemos en pantalla. Con este sencillo gesto facilitamos la lubricación de la superficie del ojo, y evitamos la irritación y daños en la misma.

Haz una pausa cada 20 minutos. Con unos segundos, es suficiente. Si no puedes levantarte del puesto de trabajo, cierra los ojos un instante. O fija la vista en un punto lejano para que descansen.

Ten las pantallas limpias de polvo y suciedad. Éstos reducen el brillo y hacen que las letras se vean borrosas, lo que obliga a forzar más la vista.

Trabaja con una buena iluminación ambiental. Abandona la costumbre de leer la pantalla en penumbra e incluso a oscuras, cuando estás en la cama. De hecho, no debe haber un gran contraste entre la luminosidad de la pantalla y la del resto de la habitación.

Además, las pantallas con mucho brillo o contraste también acarrean tensión para el sistema visual.