¿Estás contando los días que quedan para coger vacaciones? ¿Conoces los beneficios que acarrean para la salud? Aunque sus condiciones varían según el contrato, la obligación de las empresas de concederlas conlleva efectos positivos para ambas partes.

Uno de los principales beneficios de las vacaciones es la reducción de la presión arterial, como demuestra una investigación de la empresa de viajes Kuoni y la organización sin ánimo de lucro Nuffield Health.

La presión arterial de los participantes que se fueron de vacaciones bajó un 6%. Por el contrario, la de aquellos que no se las tomaron se mantuvo.

Este efecto puede prevenir enfermedades del corazón. Así, según un estudio de la Universidad de Boston y el Instituto Nacional del Corazón, el Pulmón y la Sangre, las personas que no han cogido vacaciones en varios años tienen un 30% más de posibilidades de sufrir ataques cardíacos que aquellas que sí desconectan del trabajo.

Disminución del estrés

Los estudios demuestran, pues, lo que sabemos de manera intuitiva: que desconectar del trabajo y la rutina nos sienta bien.

En este sentido, entre los beneficios de las vacaciones sobresale también la disminución de los niveles de estrés. Porque nos alejamos del origen del mismo.

Mientras descansamos por unos días, desconectamos de las presiones y responsabilidades del trabajo. Y nuestra mente y cuerpo pueden dedicarse a recuperar su estado de salud.

Otra ventaja evidente es que nuestro estado de ánimo mejora. No sólo debido al descanso, sino a que recuperamos el contacto con los hijos, familiares, amigos,… Y porque disfrutamos viviendo nuevas experiencias.

Otro estudio, esta vez del Centro para la Mente y el Cuerpo de la Universidad de Pittsburgh, señala que las actividades de tiempo libre, como las vacaciones, elevan los niveles emocionales positivos. Y se producen, por lo tanto, menos depresiones.

Por si esto fuera poco, la disminución del estrés y el aumento del bienestar emocional mejoran la calidad del sueño. Aunque los españoles tenemos malos hábitos de sueño y seguimos durmiendo una hora menos de lo debido, como media.

Algunas desventajas

Visto los beneficios de las vacaciones, no todo es positivo. El primer inconveniente de tomarse unos días de descanso es que sus ventajas duran poco.

Una investigación del área de Psicología de la Salud de la Universidad de Radboud (Holanda) indica que los cambios saludables que se producen desaparecen a la semana de reincorporarnos al trabajo.

Como solución, sus responsables proponen que las vacaciones se repartan en diferentes momentos del año, aunque sean más cortas.

Por otro lado, los compromisos familiares y sociales pueden volverse en contra, quitarnos tiempo de descanso y estresarnos.

También hay personas que se ponen más nerviosas cuando se acercan las vacaciones. Su rutina laboral les absorbe y llena tanto, que no son capaces de desconectar.

Asimismo, a pesar de los beneficios de las vacaciones, la situación actual provoca que cogerse unos días esté mal visto.

Aunque sea un derecho de los trabajadores, en ocasiones nos da vergüenza reivindicarlas. Da la sensación de que somos unos vagos o estamos deseando quitarnos de en medio.

Otro problema es cuando no son vacaciones. Sino un despido a 31 de julio. Y estamos preocupados por encontrar trabajo de nuevo.

Sea cual sea la situación, tomarnos un tiempo para disfrutar y coger fuerzas para el nuevo curso nos vendrá bien a casi todos.